Biografía
de Dante Alighieri:
Dante Alighieri nació en Florencia en 1265. Estudió en la escuela del
Convento de Santa Crose y María Novella (1275-1282). Allí leyó textos bíblicos
y los clásicos grecorromanos. Tuvo como tutor a Brunetto Latini quien le enseñó
oratoria. En ese tiempo se hizo amigo del poeta del Guido Cavalcanti y del
pintor Giotto.
En 1274
conoció a “Beatriz” de Portinari, hermosa niña de 9 años de edad. Él se enamoró
de ella y la describió como un ángel, posteriormente, en sus obras.
Dante, en su juventud, es comprometido con
Gemma Donatti por su padre. Sin embargo siguió enamorado de Beatriz. En 1283,
ve por segunda vez a Beatriz y, a partir de ese entonces, comenzó a escribir de
ella en sus poemas. En 1289, Beatriz se casó con Simeone de Bardi (por
compromiso familiar) y al año siguiente Beatriz murió. Dante quedó desolado
ante ese funesto evento.
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En lo
político, Dante formó parte del partido de los Güelfos (seguidores del Papa),
quienes se oponían al partido Gibelino (partidarios
de los emperadores de Alemania). El poeta contaba con más de 30 años de edad,
cuando llega priorato de la República. Logra, así, la cumbre de su vida
política.
Cuando su
partido se divide en Negros (extremistas) y Blancos (moderados), se vio obligado
a abandonar Florencia, condenado al destierro perpetuo, por las calumnias de
los negros. Lo acusaron de traición. El desencanto por la corrupción de la
ciudad y su rectitud moral le apartaron de la política. Se marchó de Florencia
para siempre. Así pues, vivió vagabundo y decepcionado por los pueblos
italianos. En este periodo, recibió ayuda de su amigo más fiel Bartolomeo y
escribió La Divina Comedia.
En 1316,
Dante rechazó un retorno a Florencia, no quería verse envuelto en la política
corrupta. En 1320, se trasladó a Ravena como diplomático. Al año siguiente, el
14 de setiembre, víctima de la malaria, murió el poeta representante de la
cultura cristiana de la Edad Media.
Dante
escribió:
La Divina Comedia, Convivio, Églogas, Epístolas, De la Monarquía, Poesía, Vida
Nueva y De la lengua vulgar.
La Divina
Comedia
. La
Divina Comedia es una obra que muestra la eternidad dividida en tres
espacios: infierno, purgatorio y cielo. El texto construye el imaginario
occidental sobre estos mundos. La propuesta del autor es una reflexión sobre la
vida y los vicios (antivalores) que
agobian al hombre. Se presenta la lucha del hombre y los problemas.
Argumento
Para
Dante, la Tierra, una creencia medieval, está inmóvil en el centro del mundo. A
su alrededor giran las esferas celestes y con ellas el sol, los planetas y las
estrellas. El infierno y el purgatorio están en la tierra, el uno en forma de
abismo hasta el mismo centro de la tierra y el purgatorio, en forma de montaña altísima, en cuya cúspide
está el paraíso terrenal.
Imaginariamente,
Dante inicia su viaje de 7 días en la segunda noche de la primavera, abril de
1300, cuando tenía 35 años.
El
Infierno
Muerta
Beatriz, el amor de su vida, a la mitad del camino de su vida, Dante se
encuentra perdido en una selva oscura, sin saber cómo llegó allí. Al tratar de
salir, se le acerca una pantera (la lujuria), también un león (la soberbia) y
una loba (la avaricia). Él asustado
intenta descender al hondo de un
valle y no encuentra la salida. Cuando
está aterrado, de improviso, se le aparece Virgilio, con una misión delegada por Beatriz, quien ha
conseguido llevarlo al Cielo para que esté a su lado.
Virgilio
debe mostrar a Dante el mundo de la eternidad. Así, los dos personajes comienzan
su travesía por un camino subterráneo, único por el que se puede salir de la
selva de la perdición de la vida, evitando la muerte. Dicho camino conduce a
Dante y a Virgilio hasta el vestíbulo del infierno.
El infierno es como un embudo monstruoso
dividido en círculos que van estrechándose hasta llegar al mismo centro de la
tierra, donde habita Lucifer. El infierno es, pues, un cono invertido, excavado
en la propia tierra.
Pasada la puerta, donde está un terrible letrero que dice “Dejad aquí toda
esperanza los que entráis”, se aproximaron al río Aqueronte. Allí, Carón, el
barquero infernal, transporta a los condenados al lugar del suplicio en la otra
ribera. Comienza los círculos de castigos.
El primer círculo es el Limbo. En él
no hay tormentos, sino suspiros. No hay más que tinieblas, donde habitan las almas
de los que murieron sin bautizar o de los hombres justos que, por haber vivido
antes de Jesucristo, no conocieron la verdadera religión. Allí se encuentran
Homero, Platón y Sócrates, quienes dialogan entre sí.
En el segundo círculo, están los
lujuriosos. Un torbellino los arrastra continuamente y los arroja contra las
vallas, pues los lujuriosos están condenados por sus pasiones. Se encuentra
Cleopatra, Helena de Troya, Paris, Aquiles y Dido.
En el tercer círculo, encontraron a los que se
dejaron arrastrar por la gula. Los golosos están sumergidos en el fango y
soportan una lluvia de granizo. Ellos siempre querían más. Por eso, la lluvia
no cesa. Los castigados son resguardados por el can Cerbero, quien ladrando
continuamente con sus tres fauces los irrita, los desgarra y los despedaza.
Cerbero tiene hambre eternamente. Allí encuentran a Ciacco, un conocido de
Florencia con el que habla de las discordias que lo llevaron al destierro.
En
el cuarto círculo, los avaros y los pródigos chocan entre sí, arrojándose
con enorme peso unos contra otros y todos se gritan ¿Por qué guardaste? ¿Por
qué derrochaste? Entre todas las almas
atormentadas, encuentran unas con cabezas rapadas. Ellos son clérigos, papas y
cardenales a quienes subyugó la avaricia (incluir a sus enemigos de la Iglesia
en el infierno, le trajo como consecuencia el disgusto de muchos). Virgilio le
habla sobre la fortuna en la vida.
En el quinto círculo, los
iracundos están en la laguna Estigia, que es fangosa, fétida y rodea la ciudad
del dolor. Esa laguna les causará su ira eternamente, vivirán molestos por
siempre. El barquero Flegias los lleva en su barca rumbo a la ciudad infernal
de Dite.
En el Dite, cuidad infernal, se
aparecen las Furias rodeadas de las Hidras.
Las Furias se desgarraban el pecho con las uñas, se golpeaban con las manos y
daban fuertes gritos. Cuando un ángel ve a Dante y Virgilio, les abre las
puertas del Infierno más profundo.
En el sexto círculo, los personajes ven gran
cantidad de sepulcros envueltos en un mar de llamas de cuyo interior salen
lamentos. Esas almas encerradas en los sepulcros eran los líderes de las herejías
que atentaban contra la Iglesia (se llaman heresiarcas). Encuentran a sus
amigos, Guido Cavalcanti y a Farinata (quien predice al poeta su destierro y su
pobreza cuando salga de Florencia).
En el séptimo círculo, los
violentos son custodiados por el Minotauro. Hay castigos diversos para los que han cometido violencia contra la
vida (suicidio) y contra los bienes del prójimo (algunos son sumergidos en un
río de sangre y otros son azotados por los centauros). Los que han cometido
violencia contra sí mismos (se suicidaron) están en una selva espinosa.
Algunos se convirtieron en árboles y en
sus ramas habitaban las harpías, pues como no les importa su vida los monstruos
inmundos comen y defecan sobre ellos.
Los pecadores contra Dios, contra la
naturaleza y contra el arte estaban en una llanura de seca y ardiente arena sobre
la que cae una intensa lluvia de fuego. Son condenados a vivir en un espacio
sin naturaleza, sin belleza y sin piedad.
Luego del séptimo círculo se entra en
la residencia personal de Satanás. Es el
lugar más aterrador de la eternidad.
En el octavo círculo, están los
fraudulentos, hombres que habían apartado a las mujeres de su deber (adúlteros),
aduladores, magos y adivinos, malversadores del tesoro público (corruptos),
hipócritas, ladrones y malos consejeros. Los aduladores se encuentra en la
basura; los magos y adivinos están con la cabeza volteada, pues pretenden “ver
más allá de lo normal”; los corruptos se sumergen en aceite hirviendo; los
hipócritas arrastran pesados mantos de plomo, pues ese es el peso de las
mentiras cuando se acumulan; los ladrones son seguidos de serpientes venenosas
que representan el peligro de sus acciones; los malos consejeros están en fuego
eterno, debido a que sus consejos causaron siempre problemas, y los mentirosos
sufren horribles enfermedades, esas que alguna vez utilizaron de excusas.
En el noveno círculo, están los
traidores. Por haber traicionado la confianza sufren un frío espantoso, están
en el agua helada. Ese frío representa la desolación que sintieron los que
fueron traicionados. En el fondo del círculo, se encuentra Lucifer con 3
rostros que expresan la impotencia, el odio y la ignorancia. De sus ojos salen
lágrimas eternamente y sus bocas destrozan a los peores pecadores: Judas
Iscariote (quien traicionó a Jesús), Bruto y Cassio (estos dos últimos son los asesinos
de César, lo traicionaron, siendo sus amigos). Se termina el infierno, la
traición es el peor pecado para Dante.
El
Purgatorio
Dante sale
del infierno a la media noche siguiente y llega al Purgatorio que es un cono trunco, un monte con anchas y
escalonadas mesetas. Allí, las almas se
preparan para la asunción al cielo.
En la primera meseta, están
los soberbios inclinados bajo pesadas piedras, deben aprender a superar su
soberbia (las piedras).
En la segunda meseta, se
encuentran los envidiosos que tienen los párpados cosidos con alambre para que
aprendan a ver su interior, el alambre representa el dolor de no poder
compararse con otros para envidiar, pues les impide abrir los ojos.
En la tercera meseta, se
encuentran los iracundos, que lograron controlarse en vida, pero sufre todavía
de ira. Deben superar la niebla densa
(la rabia) para poder subir al cielo.
En la cuarta meseta, están los
perezosos e indiferentes. Deben correr hasta superar su pereza.
En la quinta meseta, hallamos
a los avaros, tiene sus caras pegadas al
suelo, llorando y suspirando. Deben aprender a ver más allá de sí mismo.
En la sexta meseta, están
golosos que intentaron controlarse en vida, ellos sufren hambre y sed, mientras
perciben aroma de frutas. Deben aprender a comer lo necesario.
En la séptima meseta,
encuentran los lujuriosos que intentaron controlarse, pero no lo han logrado. Ellos
deben alcanzar la castidad.
En la cumbre
del purgatorio, Virgilio deja a
Dante quien camina hacia la selva del Paraíso Terrenal. Allí, se le aparece una
hermosísima doncella, luego una procesión con un carro triunfal. Es Beatriz que
desciende del cielo.
Beatriz regaña a Dante y se lamenta de la
vida del poeta. Dante confiesa sus culpas y se desvanecen todos sus pecados.
Dante se sumerge en las aguas celestiales del Leteo y olvida su vida pasada.
Purificado puede subir a las estrellas.
El
Paraíso
Dante asciende al Paraíso verdadero,
atravesando con Beatriz, los nueve cielos y esferas, sobre las cuales está el
cielo empíreo, fijo, sede del mismo Dios. Allí, donde está Dios, están las
jerarquías celestiales (ángeles) y la rosa de los bienaventurados (los santos),
iluminada directamente por el propio Señor de la creación.
Los cielos móviles giran en torno el
uno del otro, y forman en conjunto la esfera celeste, que gira a su vez en
torno de la terrestre. Cada uno de los cielos se mueve con tanta mayor
velocidad cuanto más lejos está de la Tierra. Todos los bienaventurados están
en el cielo empíreo y se presentan al poeta, guiado por Beatriz.
Los nueve cielos son:
El primer cielo es de la Luna. Es el cielo de acción de gracias a Dios.
Beatriz explica al poeta la causa de las manchas de la Luna.
El segundo cielo es de Mercurio. Las almas
se dirigen a Dante para mostrar las glorias divinas. Allí encontramos a
Justiniano, gran emperador y jurista romano.
El tercer cielo es de Venus. Están las almas que aman al prójimo. Se
encuentra Carlos Martel.
El cuarto cielo es del Sol. Son los
que lograron entender y divulgar la vida religiosa. Se encuentra Santo Tomás de
Aquino, gran pensador medieval.
El quinto cielo es de Marte. Se
encuentran las almas de lo que han combatido por la fe y han llevado el
evangelio a todos, resplandece una cruz.
El sexto cielo es de Júpiter. Se
hallan las almas de los que han administrado justicia rectamente.
El
séptimo cielo es de Saturno. Están las almas contemplativas, los que
meditaron y rezaron toda su vida, ellos forman una escalera (la Scala divina).
El octavo cielo es el cielo estrellado.
Desciende Jesucristo y la Virgen María, rodeados de los santos. El arcángel Gabriel desciende en
forma de llama y corona a María, quien después sube al Cielo. San Pedro
interroga a Dante sobre su fe. Luego, San Juan Evangelista examina a Dante
acerca de la Caridad.
La novena esfera es llamada el Primer móvil. Dante ve
la Esencia Divina. Ve un punto resplandeciente de viva luz en torno al cual
giran nueve círculos que corresponden a las nueve esferas del mundo sensible. Contempla
la grandeza de la ciudad de Dios. Aquí, San Bernardo le invita a estudiar por
partes la rosa celestial (la ciudad divina), se encuentran los santos del
Antiguo y Nuevo Testamento. Le muestran la gloria de la Virgen María. Llegan a
la luz absoluta que es la claridad de la vida.
El poema concluye con esa visión de la
grandeza y sencillez de Dios. Dante ha logrado entender la vida.
Si La
Divina Comedia se analiza adecuadamente, se puede comprender su grandeza,
pues la obra creó un imaginario que ha llegado hasta nuestros días. Su aporte
más profundo es la propuesta filosófica y teológica que hace el autor, quien
reflexiona sobre los vicios de la vida y sobre la esencia de la misma. La Divina Comedia se ha considerado la
épica de la vida.
PREGUNTAS:
Para responder en su cuaderno:
1.- Analice cómo los castigos se relacionan con los pecados en el Infierno ¿Por qué el autor habrá imaginado que esos pecados se condenaban así?
2.- Analice cómo los castigos se relacionan con los pecados en el Purgatorio.
3.- Analice cuáles son las virtudes que se muestran en el Cielo.
4.- Reflexione qué enseñanza pretende dejarnos esta obra.